Hoy día del Trabajo, hacemos público el documento que elaboramos en torno a pensar que significa el trabajo de interna en un sociedad democrática, reflexión que desde Malen Etxea iremos profundizando durante todo el año.
En una reflexión compartida, las asistentes coincidimos en que el trabajo de hogar interno, tal como lo conocemos y se desarrrolla actualmente, representa la desigualdad, discriminación social y una relación de poder de quien “ se aprovecha” de poder pagar.
No es menos llamativo que el trabajo de interna sea ejercido casi en su totalidad por mujeres extranjeras; que las condiciones laborales le impiden tener decisiones sobre su propia vida, por lo que “la vida personal pasa a un segundo plano”, cualquier decisión esta supeditada al “permiso” de las personas que nos contratan.
Para nosotras el trabajo de hogar interna representa sin dudas, “esclavitud” y “servilismo” porque nos obliga a estar 24 horas a disposición de otra persona , creando situaciones de infravolaración y subordinación, que repercuten directamenete en la autoestima y en la salud física y emocional de las trabajadoras.
En consecuencia, las organizaciones participantes reforzamos nuestras estretegias de empoderamiento para valorizar nuestro trabajo y nuestros derechos como trabajadoras, recordando que el trabajo de hogar y de cuidados es importante y vital para el desarrollo de la sociedad, ya que permite su funcionamiento y por tanto debe ser reconocido como tal.
Creemos que el trabajo de hogar de interna, debe ser transformado, por lo que debemos implicar a los Estados, los agentes sociales y políticos , instituciones para que el trabajo de hogar deje de ser “disponibilidad de 24 horas “ y se jornalice : Diurno – Nocturno – Fines de Semana y Festivos. Un trabajo de relevos como tantos otros, con salarios dignos que permitan la vida autónoma de las mujeres trabajadoras; queremos terminar con la idea de que “la casa y la comida” justifiquen salarios de misería que afianzan las relaciones de “servilismo”
Se debe diversificar el trabajo de hogar y especificar de manera clara que trabajo se contrata, es decir, separar las tareas de hogar, de las de cuidado de personas mayores, niños, dependientes etc, para asegurar la calidad del servicio y la distribución de las tareas.
Un punto central en del debate fue la exigencia de la profesionalización ya que desde las instituciones se exige certificados de profesionalización y sobre este punto se plantean cuestiones a resolver. Por un lado ¿ Si esta “profesionalización” es la que queremos las trabajadoras y la que se necesita para mejorar la calidad de los servicios o simplemente es una estrategia del gobierno para no asumir con servicios públicos los cuidados? Tema que queda planteado para un debate específco sobre este particular.
La segunda cuestión vinculada a la profesionalziación es la imposibilidad de las trabajadoras de hogar de interna de acceder a las formaciones “oficiales” por las cargas horarias que representan y los costos en algunos casos, por lo cual por un lado exigimos las certificaciones de reconocimiento como trabajadoras tramitadas hace un año ante el Gobierno Vasco, para todas las trabajadores inscriptas; formaciones oficales en horarios de fines de semana: sábado tarde y domingos para garantizar la asistencia de las trabajadoras internas.
A la hora de la contratación rechazamos que se exija certificados de “cuidadora”, y se establezca un contrato de trabajadora de hogar. Si se quiere contratar una cuidadora, el contrato tiene que ser acorde , tomando de referencia los convenios de trabajadoras de residencias en los casos de atención a personas mayores.
Insistimos que las politicas de conciliación de la vida laboral, y familiar debe incluir a todas las mujeres trabajadores, impulsando políticas sociales que faciliten esta tarea acorde a las necesidades de las familias, y no aceptamos que la concilación caiga sobre una mujer contratada 24 horas.
En materia de contratos apuntamos la necesidad de no olvidar la demanda de “derogación de la Ley de Extranjería”, que supone un obstáculo para el trabajo legal de las trabajadoras extranjeras y abre la puerta a todos los abusos por parte de la patronal.
En el orden interno, las organziaciones participantes asumimos el compromiso de profundizar el trabajo, incorporándonos al Grupo Turín por la ratificaicón del Convenio 189 OIT, como agentes activas; estudiar estrategias en conjunto y trabajar un discurso unificado en términos y demandas comunes.
Como propuestas inmediatas se cuentan: elaborar un folleto con salarios bases e información clara y precisa para defensa de los derechos laborales y la organziación de una acción en el mes de junio, para exigir la Ratificación del Convenio 189 de OIT.
Zumaia, 1 de abril 2017