La población de menores extranjeros o de origen extranjero en el País Vasco triplica la población inmigrante y ese es un dato positivo porque habla de arraiga. La contracara es que las niñas y niñas de familias extranjeras no tienen las mismas oportunidades que las niñas y niños vascas para desarrollarse y las desigualdades socioeconómicas las están dejando atras. Esto sumado a los microracismos institucionales sobre todo, nos habla de las desigualdades que estamos creando y los efecto estamos a tiempo de corregirlos, pero ilustrar una nota con una mujer musulmana con el rostro tapado no ayuda. Esa mujer tiene la libertad de vestir como quiere, pero no la imagen que represente a la mayoría de las mujeres y familias inmigrantes. Esta noticia como esta ilustrada, solo busca la reacción de los intolerantes
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