Frente a una pandemia donde la cura está en la concienciación de las mujeres que somos las que criamos a los hombres, nos unimos a ellos, convivimos en la sociedad y que en la mayoría de los casos sufrímos violencia de parte de ellos radica la clave para hacerle frente a las diferentes formas de violencia que percibimos a lo largo de los años.
En el curso online que desde Malen Etxea, estamos organizando con el apoyo de Haurralde Fundazioa y Por Ti Mujer, con el financiamiento de Fondos de Mujeres Calala y Fondos de la Unión Europea. Mujeres Migradas, prevención y actuación frente a la violencia sexual.
El primer tema en abordar fue ««Violencias entrecruzadas y la insuficiencia de abordajes que tratan estas violencias como fenómenos aislados», impartido por Ximena Machicao Barbery, Socióloga con más de 40 años de activismo feminista en la defensa de los derechos humanos de las mujeres, años en los que ha colaborado en campañas que van desde la participación política a la despenalización del aborto y la erradicación de toda forma de violencia contra las mujeres. Especializada en violencia sexual comercial y la trata en Sudamérica.
A esta clase asistieron 30 mujeres organizadas y no organizadas radicadas en Europa y América. Durante las dos horas de clases, se hizo remarcó la importancia de reconocer los micromachismos que están bien asentados en la sociedad y cortar de raíz este tipo de expresiones permite un cambio de perspectiva y respecto hacia las mujeres.
«En los piropos. Las mujeres no nos damos cuenta que están haciendo violencia contra nosotras, porque así nos han criado. Tenemos que dejar de legitimar ese tipo de micromachismos que se van tejiendo en la sociedad y luego se vuelven unos monstruos con los que tenemos que luchar”, expresó Machicao en la clase.
Además aclaró que no necesariamente las mujeres pobres o en situación vulnerable son las que más sufren violencia, sino quienes más capacidad en denunciar. Porque en la práctica han comprobado que “que las mujeres de clase media que viven la misma situación tardan más o no denuncian por el temor o los perjuicios del qué dirán”.
Por ello insistió en trabajar en «La Teoría del Cambio», que es un enfoque político por el cual se construyen argumentos y razonamientos. Obliga a revisar de manera constante e interactiva los supuestos que se utilizan para interpretar la realidad. Este enfoque pone a las personas en el centro y considera todos los fenómenos que afectan a cómo las personas piensan, actúan e interactúan».
Culminó la clase instando a las mujeres a avanzar y no retroceder, estar atentas al involucramiento de las tecnologías en las vidas de sus familias y ellas mismas y no minimizar cualquier situación que les parezca fuera de lo normal.